La dislexia es un trastorno específico del aprendizaje que se identifica con la dificultad significativa y persistente de la lectoescritura. Afecta a aquellas habilidades lingüísticas que tienen que ver con el paso de lo visual a lo verbal, la memoria a corto plazo, la percepción del orden, la percepción viso-espacial (izquierda-derecha, arriba-abajo) y la secuenciación (seguir una serie con un patrón determinado). También pueden presentar otras dificultades relacionadas con la expresión escrita, el manejo de números y el cálculo, así como alteraciones a nivel emocional. Es, en definitiva, una grave dificultad con la forma escrita del lenguaje que no se debe a ninguna otra causa intelectual, cultural o emocional (es decir, el niño no presenta dificultades en otros contextos que pudieran explicar su problema para aprender a leer, como por ejemplo, no conocer el idioma, tener algún tipo de discapacidad intelectual, etc.).
Aunque la manifestación de la dislexia es claramente particular en cada caso, existen ciertas características generales que nos pueden ayudar a detectar a niños y niñas con dislexia. ¿Tiene tu hijo/a dislexia?:
En nuestro centro de psicología especializado en dislexia proponemos diferentes modalidades de terapia, en las que atendemos las necesidades individuales tanto del niño como de su familia.
El día a día de un niño o niña con dislexia puede ser realmente difícil. Si tenemos en cuenta que la gran mayoría de los aprendizajes en la escuela se hacen por medio de textos escritos (fichas, libros de texto), este tipo de niños se enfrenta a un gran reto que difícilmente pueden manejar en ausencia de una intervención especializada. La privación de ayuda en estos casos puede llevar a problemas más generalizados en el contexto académico (suspender asignaturas, falta de motivación, fracaso escolar) y emocional (baja autoestima, problemas en las relaciones sociales, tristeza, ansiedad). El niño puede crecer pensando que es menos capaz que sus compañeros, que todo lo sale mal y que no son aceptados.