El duelo es una de las experiencias más difíciles y dolorosas que pueden existir en la vida de una persona.
Podríamos definir el duelo patológico como aquel trastorno donde la persona se encuentra desbordada tras la muerte de una persona querida, recurre a conductas que resultan desadaptativas para poder hacerle frente o permanece en el mismo estado sin avanzar en el proceso de resolución del duelo.
Además, podemos encontrar diferentes posibilidades en un duelo patológico. El duelo crónico podría ser aquel que tiene una duración excesiva en el tiempo y nunca llega a resolverse de manera adecuada.
Sin embargo, también puede estar el duelo exacerbado, donde la persona tiene los mismos síntomas que en el proceso de duelo normal pero de manera exagerada e intensa, lo que le lleva a recurrir a conductas desadaptativas.
Puede que también tenga lugar el duelo retrasado o pospuesto, donde en el momento de la pérdida la persona tiene una reacción emocional no adecuada a la situación, pero en un momento futuro experimenta el proceso de duelo.
Si tienes algunos de estos comportamientos en una gran intensidad o consideras teniéndolos pasado un año desde la muerte de tu fallecido, consúltanos:
– Anhelas o añoras a tu ser querido de manera persistente y esto te impide o te duele tanto que no puedes seguir hacia delante.
– Continúas teniendo una pena y un malestar emocional intenso en respuesta a la muerte del ser querido.
– Tienes muchas preocupaciones en relación a la muerte de ese ser querido.
– Piensas mucho acerca de las circunstancias de la muerte.
– No aceptas que esa persona ya no esté aquí contigo.
– Tienes dificultades para recordar de manera positiva a esa persona.
– A veces piensas que tienes la culpa de que esa persona ya no esté aquí.
– Evitas situaciones o cosas que te recuerden que ya no está aquí (evitas a algunas personas que te recuerdan a él/ella, lugares, situaciones…).
– Sientes mucha rabia por su muerte.
– Continúas teniendo sentimientos de incredulidad frente a la muerte de tu ser querido.
– Has tenido deseos de morir para estar cerca de tu ser querido.
– Desde que tu ser querido ya no está aquí, te cuesta confiar en la gente o estar con otras personas, prefieres estar solo.
– Sientes que desde que falleció, la vida ya no tiene sentido o está vacía.
– Crees que ya no puedes seguir viviendo sin esta persona.
– Continúas teniendo sentimientos de que tú ya no eres el mismo, que una parte de ti se murió con esa persona.
– Ya no tienes tanto interés por las cosas que antes te gustaban y ya no quieres hacer planes de futuro.
El tratamiento del duelo patológico comenzará por la evaluación, donde se pretende recoger toda la información relevante acerca del duelo de la persona.
Es necesario valorar si el duelo sigue un curso normal (que incluye una gran variedad de manifestaciones diversas) y si éstas son adecuadas en intensidad y duración y teniendo en cuenta que cada persona vive el duelo de una manera personal.
Evaluaremos los sentimientos y emociones que tienes, los pensamientos, las sensaciones físicas, las conductas que realizas o ante qué situaciones/objetos te pasa.
Una vez realizada la evaluación, la psicóloga especializada te dará una explicación acerca de lo que te sucede y estarás preparada/preparado para iniciar el tratamiento psicológico, donde trabajarás para obtener herramientas adecuadas que te ayuden a superar el problema.
– Si la muerte de la persona querida ha sido traumática, súbita, por homicidio, por suicidio o a raíz de un accidente, el malestar psicológico es superior al de una muerte esperada.
– El hecho de no despedirse adecuadamente del ser querido puede entorpecer el comienzo del proceso del duelo.
– La muerte perinatal (un hijo muere en el vientre materno o nada más nacer) es una experiencia muy dolorosa para los padres y muchas veces minusvalorada socialmente.
– Durante el duelo normal, la persona puede escuchar la voz de la persona fallecida, verla u olerla de manera momentánea, aunque reconoce que no es real. Sin embargo, durante el duelo patológico pueden existir alucinaciones (la persona cree que es real).
– Hay algunos predictores del duelo patológico, es decir, algunos indicadores que nos alertan de que hay más probabilidad de que se desarrolle un duelo complicado si. Algunos de estos son: que la persona que sufre el duelo sea muy joven o anciana, que se haya perdido un hijo, cónyuge, padre o madre en edad temprana, un nivel socioeconómico bajo, que haya habido con la persona fallecida una relación ambivalente/conflictiva con hostilidad que no se haya expresado, que la muerte sea súbita.