Es normal y habitual que los niños tengan mal comportamiento en algunas ocasiones. Sin embargo, este mal comportamiento es a veces persistente, demasiado habitual y resulta perturbador para padres o profesores, creándose un problema de conducta en el niño que repercute en su funcionamiento personal, social, familiar, escolar…
Cuando hablamos de problemas de conducta nos referimos a la desobediencia, a las mentiras, rabietas, agresividad, falta de límites, niños inconformistas y negativistas, niños desafiantes… Se trata de dificultades en el comportamiento que repercuten en el día a día de los niños y de sus familias.
Con trastornos de conducta hacemos referencia a un conjunto de problemas psicológicos más graves que conforman un diagnóstico psiquiátrico y que engloban diversos trastornos:
– Trastorno Negativista Desafiante
– Trastorno Explosivo Intermitente
– Trastorno de conducta
Puedes solicitar ayuda profesional si tu hijo presenta algunos de estos comportamientos:
– Dice muchas mentiras
– Pega o amenaza a otras personas, a él mismo o a algunos animales
– Sientes que tiene falta de límites o has pensado muchas veces que “ya no sabes qué hacer con él para que mejore su comportamiento”
– En casa hay muchas discusiones, rabietas o peleas
– Se mete en muchas peleas con sus compañeras
– Insulta o rompe cosas cuando se enfada
– Crees que siempre acaba consiguiendo todo lo que quiere para evitar su mal comportamiento
– Nunca se conforma con nada, todo lo parece insuficiente
– Es un niño hostil o agresivo
– Tienes miedo a que sus compañeros lo dejen lado por su comportamiento o incluso esto ya ha empezado a ocurrir
– Es un niño desafiante, que no cumple las normas y que acaba crispando la paciencia de los adultos
– El comportamiento del niño acaba generando otros conflictos en la familia (entre los padres, con los hermanos…)
– Es muy discutidor, pierde la calma fácilmente y se enfada por cualquier cosa
Si crees que tu hijo puede tener un problema de comportamiento, es fundamental que solicites ayuda profesional.
En nuestro centro contamos con profesionales especializados que evaluarán el problema de tu hijo recogiendo información de la familia, del niño y de la escuela (si es necesario) y mediante una sesión de devolución analizarán por qué se ha originado el problema y qué situaciones lo siguen manteniendo actualmente, a pesar del sufrimiento que genera en la familia y todos los intentos que se han llevado a cabo hasta el momento para corregirlo.
Posteriormente, se iniciará la intervención psicológica, que se realizará con el niño y también con la familia con el fin de obtener estrategias para poder actuar de manera adecuada.
– Muchos padres argumentan que “su hijo ha nacido así” cuando se trata de niños desafiantes, totalmente inconformistas o con gran tendencia a las rabietas. Esa actitud puede dejar entrever la impotencia por parte de los padres para controlar la conducta de sus hijos. Sin embargo, esta manera de comportarse de su hijo está muy relacionada con variables que pueden modificarse.
– Muchos niños tienen mal comportamiento derivado de alguna situación estresante: nacimiento de un hermano, muerte de algún familiar, divorcio… En estos casos, puede que no se encuentre aparentemente la relación, pero es recomendable pedir ayuda profesional.